Autora | Elvira Esparza
La ciudad de Tacoma (Washington) ha puesto en marcha un proyecto piloto basado en el uso de cámaras inteligentes instaladas en los camiones de basura para reducir la contaminación del reciclaje de los hogares. El objetivo de este programa es que los residentes reciclen mejor y se reduzca la cantidad de residuos que se depositan en los contenedores equivocados. Según datos de Tacoma, en torno al 22% de los residuos depositados en los contenedores de reciclaje deben tirarse en la basura normal.
La iniciativa surge como respuesta a los problemas que generan los residuos mal clasificados, que provoca que a menudo materiales potencialmente reciclables terminen en vertederos o provoquen gastos elevados en su reciclaje. Gracias a las cámaras inteligentes instaladas en los camiones de recogida de residuos que capturan imágenes durante la recolección, el sistema permite:
- Medir la contaminación del reciclaje en tiempo real.
- Reducir el volumen de materiales que terminan en el vertedero.
- Ofrecer información directa a los residentes mediante postales informativas y consejos de reciclaje.
La División de Gestión de residuos sólidos del departamento de Servicios Ambientales de Tacoma ha lanzado este proyecto en colaboración con la compañía canadiense Prairie Robotics. El proyecto piloto, que tiene una duración prevista de dos años, cuenta con una subvención de 1,8 millones de dólares (1,5 millones de euros) del Programa de Subvenciones para la Educación y la Difusión del Reciclaje de la Agencia de Protección Ambiental.
Cómo funciona el programa de IA
La tecnología de este proyecto se basa en la inteligencia artificial aplicada a la gestión de residuos. Las cámaras inteligentes, equipadas con algoritmos de aprendizaje automático, capturan imágenes de los residuos y pueden identificar de manera automática y precisa los elementos que no deberían estar en el contenedor de reciclaje. Esto permite detectar contaminantes como bolsas de plástico, residuos orgánicos o materiales no reciclables. Este sistema ayuda tanto a los operarios municipales como a los vecinos, ofreciendo información directa y específica sobre las prácticas de reciclaje.
Cuando los camiones de basura recogen estos residuos las cámaras inteligentes instaladas en el camión captan la imagen y detectan en tiempo real los residuos que no están bien reciclados. Si detectan contaminación en el reciclaje porque los residuos están mal reciclados, el primer paso es determinar el origen de esa contaminación. Una vez identificados, los residentes son avisados de la infracción a través de estas imágenes y también se envían consejos sobre cómo se deben reciclar correctamente los residuos.
En esta primera fase del programa piloto solo se realiza una comunicación informativa para que los usuarios aprendan lo que se puede o no reciclar, pero no se aplican sanciones. El proyecto no busca penalizar, sino transformar la cultura del reciclaje a través de la información y el acompañamiento continuo.
Además, las cámaras inteligentes documentan los objetos recogidos, pero no identifican a las personas ni la propiedad privada, de manera que si aparece algún dato que pueda identificarlas se desenfoca para proteger la privacidad. Con el uso de las cámaras inteligentes, los responsables de la ciudad de Tacoma quieren comprender los hábitos de reciclaje de la población y utilizar esta información para elaborar mensajes que ayuden a mejorar el reciclaje y reducir la contaminación.
El programa se va a desarrollar en diferentes zonas residenciales de la ciudad que se irán ampliando a lo largo de los dos años de duración. Las cámaras monitorearán el flujo de reciclaje para la mayoría de los 57.000 residentes que reciben servicios de gestión de residuos y reciclaje de la ciudad. De momento se ha puesto en marcha en un camión, pero este programa se implementará por fases durante los próximos dos años hasta alcanzar siete camiones de reciclaje en junio de 2027.
¿Qué diferencia el sistema de reciclaje de Tacoma de otras ciudades?
Los camiones de recogida de basura ya utilizaban con anterioridad cámaras para la seguridad y gestión de las flotas. La novedad de las cámaras dotadas con IA es que permiten medir la contaminación del reciclaje en tiempo real.
Este sistema de recogida de residuos con cámaras de IA también se utiliza en otras ciudades americanas como Centerville (Ohio), Livermore (California) o Springdale (Arkansas), a través de Prairie Robotics. La diferencia con Tacoma es que se ha diseñado el programa para monitorear la contaminación por zonas residenciales, mientras que en otras ciudades los datos se obtienen a nivel municipal o regional.
Este enfoque permite ajustar los mensajes en función de cada barrio, para transformar los hábitos de los vecinos de forma progresiva. No se trata solo de mejorar las estadísticas del reciclaje, sino de avanzar hacia un modelo urbano más sostenible y consciente del impacto que los residuos tienen en el medio ambiente para alcanzar una estrategia de cero residuos.
Prácticas de reciclaje en la ciudad de Tacoma
Este programa se enmarca en los procesos que Tacoma ha incorporado en los últimos años en el sistema de reciclaje. En 2023 puso en marcha un programa para separar restos de comida en los hogares con la empresa Mill con un resultado sorprendente: los hogares participantes lograron separar 10 veces más residuos orgánicos que la media.
En 2020 suspendió la recogida de vidrio en las aceras por falta de mercado y por las nuevas regulaciones internacionales sobre reciclaje, reanudándose este año en puntos de entrega distribuidos por la ciudad. Este sistema reduce la contaminación, gestiona el aumento de costes del reciclaje y garantiza un programa de reciclaje eficaz y sostenible.
Además, la ciudad ofrece puntos de reciclaje especiales como luces navideñas, residuos electrónicos o materiales peligrosos y facilita a los residentes bolsas y contenedores adicionales de forma gratuita.
Estos proyectos demuestran que Tacoma apuesta por probar soluciones novedosas para solucionar el problema del reciclaje. Con la aplicación de la inteligencia artificial aspira a solucionar uno de los grandes retos del reciclaje: los errores de clasificación.
Fotos | Praire Robotics, Kenny Eliason
