Autor | Elvira Esparza
El uso de blockchain en el comercio de la energía impulsa las microrredes porque facilita un mercado más descentralizado y transparente. Se calcula que el valor del mercado de blockchain y energía alcanzó los 3.100 millones de dólares en 2024 y superará los 103.000 millones en 2034. Su desarrollo, sin embargo, se enfrenta a la incertidumbre regulatoria, porque las normativas actuales no regulan claramente el comercio de energía entre pares al estar diseñadas para sistemas centralizados.
¿Qué son las microrredes y cómo contribuyen a la distribución de energía renovable?
Las microrredes son redes eléctricas pequeñas y locales que pueden funcionar conectadas a la red principal o de forma independiente. Utilizan fuentes renovables como solar, eólica o biomasa, junto con almacenamiento (baterías) y sistemas de gestión inteligente. Estas microrredes facilitan la distribución de la energía renovable porque permiten que se pueda comprar y vender la energía directamente entre los usuarios sin pasar por las compañías eléctricas. Por ejemplo, un particular que tiene paneles solares puede vender su exceso de energía a otro particular que la necesita.
La gestión de estas redes descentralizadas presenta desafíos en cuanto a la distribución de energía, la seguridad de las transacciones y la capacidad de respuesta en tiempo real a las fluctuaciones de la oferta y la demanda. Ante estos problemas blockchain ofrece una solución porque permite guardar las transacciones de forma segura, transparente y sin intermediarios y con un coste menor porque no hay intermediarios.
¿Cómo se realiza el proceso con blockchain?
El primer requisito es que los usuarios, que son a la vez productores de energía (prosumidores), tienen que estar conectados de forma física, a través de la microrred eléctrica, y de forma digital, a través de internet o red loT, ya que blockchain es un libro digital. La energía fluye entre los hogares conectados a la microrred, de forma que si un usuario tiene un exceso de energía puede transferirla a otro usuario que demanda más energía. Gracias a medidores inteligentes se puede medir la energía que entra y sale de cada casa, por lo que la transacción se ajusta a la realidad.
Para realizar el intercambio de energía es necesario que ambos usuarios estén conectados a una plataforma digital basada en blockchain. Para ello necesitan tener una cartera digital (wallet) donde se almacenan los tokens o monedas digitales y que actúa como identidad en la blockchain. También se requiere una app o software específico que permite saber la energía que se produce y se consume, publicar ofertas y compras de energía y ejecutar los contratos inteligentes (smart contracts).
El proceso es sencillo, el usuario que tiene un exceso de energía publica una oferta y el que necesita energía la compra. El contrato inteligente verifica que el primero tiene la energía y el segundo los tokens necesarios para adquirirla; autoriza la transferencia y se paga automáticamente en tokens, criptomonedas o dinero tradicional. De esta forma se realiza la compra sin intermediarios y el contrato queda grabado en la blockchain.
¿Qué ventajas ofrece el uso de blockchain?

Principalmente las ventajas de usar blockchain se pueden resumir en cuatro puntos clave:
- Descentralización: Facilita que las comunidades y los productores y consumidores individuales funcionen al margen de las compañías eléctricas.
- Sostenibilidad: Blockchain permite la trazabilidad de las fuentes de energía y las microrredes fomentan el uso de energías renovables, principalmente solar y eólica.
- Eficiencia: Con este sistema se minimizan las pérdidas de energía en la transmisión y se mejora la resiliencia energética.
- Transparencia: Es imposible que se cometan fraudes porque cada transacción queda registrada en la cadena de bloques sin que pueda ser alterada.
¿Qué microrredes están utilizando blockchain?
Existen microrredes de energía P2P que están funcionando a través de blockchain con buenos resultados.
En Australia, la startup Powerledger permite que los usuarios puedan comprar y vender el excedente de energía solar en Perth. Utilizan contratos inteligentes para automatizar las transacciones y han conseguido mejorar la eficiencia energética, reducir la factura eléctrica e incentivar el uso de paneles solares.
En Brooklyn (EE.UU.), la microrred LO3 Energy fue pionera en usar la tecnología blockchain en la energía. Los residentes con paneles solares pueden vender su excedente de energía a otros consumidores locales, mediante smart contracts en Ethereum. Los usuarios han conseguido ahorrar entre un 6 % y 12 % en la factura eléctrica y los productores han ganado entre un 18 % a 37 % más por la venta de su energía.
En Estonia la plataforma WePower ha realizado la tokenización de energía a gran escala, utilizando medidores inteligentes y la plataforma de intercambio de datos Estfeed. Es la primera empresa en tokenizar una red eléctrica completa.
Fotos | Kindel Media Uitbundig


