La guía de desarrollo de la ciudad cognitiva: convirtiendo los datos urbanos en inteligencia urbana

La guía de desarrollo de la ciudad cognitiva: convirtiendo los datos urbanos en inteligencia urbana

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Una ciudad cognitiva utiliza herramientas de última generación, como la computación cognitiva con IA agéntica, para generar y procesar datos, percibir el entorno urbano dinámico y en constante cambio, y adaptarse a las necesidades de sus habitantes. Al implementar las técnicas de IA más avanzadas, las ciudades cognitivas con IA agentiva simulan los procesos de pensamiento humanos, permitiendo que las computadoras aprendan, razonen y comprendan como los humanos con una mínima intervención humana. A diferencia de la IA tradicional, que requiere instrucciones paso a paso, la IA agéntica puede establecer sus propios objetivos, planificar una serie de acciones y adaptar su enfoque en función de los datos en tiempo real y las condiciones cambiantes. Esto se logra combinando capacidades de razonamiento con herramientas y otro software para completar procesos complejos de múltiples pasos de forma independiente. Además, maximiza el potencial de los datos, eliminando los silos de información.

“La inversión en ciudades, transporte y la infraestructura nacional relaciona se ha convertido en un imperativo de competitividad para las ciudades de todo el mundo”, explica en un informe Renu Navale, vicepresidente de redes y grupo Edge de Intel, una de las compañías clave que están creando las herramientas que permiten dar el salto a este nuevo formato. Pero ¿de qué se habla realmente cuando se habla de ciudades cognitivas?

Qué es una ciudad cognitiva

ciudad cognitiva

La ciudad cognitiva (o cognitive city, en inglés) emplea herramientas de nueva generación, como la inteligencia artificial o la computación cognitiva. También integran al máximo el potencial de los datos, evitando los silos de información. Esto, a primera vista, no las diferencia mucho de la idea general de una smart city, pero la ciudad cognitiva va un paso más allá. Como explican en un análisis de PwC, “integran tecnologías avanzadas para crear sistemas urbanos inteligentes y responsivos”. Esto es, ese ecosistema tecnológico es capaz de operar de forma autónoma, de aprender de lo que está viviendo y de ser proactivo.

La ciudad cognitive emplea sensores de última generación, sistemas conectados, super aplicaciones o procesado de lenguaje natural, lo que le permite ya no solo seguir en tiempo real qué ocurre sino adelantarse a las situaciones. Por ello, es una ciudad proactiva y no reactiva. Esta es, sin duda, la gran diferencia entre la smart city y la cognitive city. Por ejemplo, una ciudad cognitiva puede cambiar por completo el tráfico y su gestión, uno de los terrenos en los que ya están trabajando las compañías tecnológicas.

El resultado final aportará más sostenibilidad, mejor calidad de vida de su ciudadanía y más eficiencia operativa urbana.

¿Ciencia ficción? La tecnología ya lo permite

La idea de una ciudad que, simplificándolo, es capaz de pensar por sí misma parece casi digna de ciencia ficción, pero es ya plausible.

Los avances de las empresas tecnológicas ya permiten a los municipios aprovechar estas innovaciones y están creando la hoja de ruta para la transición hacia la ciudad cognitiva. De hecho, las empresas tecnológicas están allanando el camino para las ciudades cognitivas mediante el uso de la IA. Intel, líder en esta transformación, contribuye significativamente a la construcción del marco de la ciudad cognitiva a través de su cartera de soluciones de IA en el borde, proporcionando tecnologías y herramientas que ayudan a ofrecer una visión integral de la dinámica urbana y a optimizar la toma de decisiones para una mejor gestión de la ciudad.

Uno de los principales retos a los que se enfrentan las ciudades es el tráfico, en el que se juntan tanto su aumento y las congestiones como el hecho de que la infraestructura viaria no siempre es adecuada para las necesidades del siglo XXI.

Sin embargo, este es uno de los que se pueden gestionar de una forma cognitiva, gracias a sensores que recogen cantidades de información masivas y soluciones que permiten adelantarse a los problemas, solventando retos en seguridad vial, impacto medioambiental o costes económicos. Este es uno de los terrenos en los que las soluciones de Intel destacan. La compañía cuenta ya con un amplio porfolio de sistemas de transporte inteligente, que permiten desde gestionar mejor el tráfico a probar el potencial de la conducción autónoma.

Para lograrlo, Intel colabora con su ecosistema para garantizar soluciones de IA perimetral (edge AI) eficaces que ofrezcan la variedad de cargas de trabajo que una ciudad cognitiva utilizaría para gestionar de forma segura y rápida enormes cantidades de datos. Los sensores inteligentes de Intel en las intersecciones no solo analizan lo sucedido, sino que también proporcionan información en tiempo real sobre lo que está ocurriendo (a niveles que superan la capacidad humana) y anticipan posibles patrones. Esto transforma el enfoque reactivo en proactivo, uno de los elementos clave que distingue a las ciudades cognitivas.

El reto de la seguridad urbana

ciudad cognitiva

Otro de los terrenos en los que las ciudades deben trabajar es la seguridad, que se ha asentado como una de las preocupaciones al alza y una en la que la tecnología se podría convertir en el elemento diferencial. Lo hacen generando insights en tiempo real usando IA, con una mayor automatización y eficiencia del análisis de los feeds de vídeo, con un mejor acceso a la información o con una colaboración optimizada entre los diferentes actores. Al tiempo, se debe trabajar en mejoras en privacidad y en ciberseguridad, para respetar los derechos de la población y no abrir la puerta a un nuevo riesgo.

Esto es lo que Intel logró al asociarse con Genetec: una plataforma unificada que mejora la seguridad urbana. Albuquerque (Estados Unidos) es un ejemplo práctico de su aplicación, eliminando los silos de información y mejorando las capacidades de respuesta de la policía municipal gracias al uso de esta tecnología.

Algunos proyectos en marcha

Algunas ciudades de nueva fundación están naciendo ya como proyectos cognitive city desde su propia esencia. Son urbes que están basadas en IA desde su creación, lo que permite simplificar el proceso y, sobre todo, que logren ya desde el minuto cero anticiparse a las necesidades de su población. Algunos de los proyectos más futuristas, como The Line, en Arabia Saudí, o Aion Sentia, en Emiratos Árabes, encajan con este perfil.

Sin embargo, la ciudadanía ya vive en ciudades, que en ocasiones tienen historias milenarias; lo que no les debería impedir convertirse en cognitivas. De hecho, ahí es donde está el mayor reto, pero también el mayor potencial beneficio, ya que estas localidades se enfrentan a problemas enquistados que impactan de forma negativa en su día a día y que las tecnologías de última generación podrían solventar.

El informe de PwC identifica varias ciudades clásicas que ya están en el camino para convertirse en cognitivas. Una es Barcelona (España), que ha desarrollado su propio sistema operativo urbano o una plataforma open source en la que recalan todos los datos de los sensores. Cerca de Barcelona, en Castelloní, se está experimentando en movilidad. El Cellnex Mobility Lab trabaja con vehículos conectados por 5G y sostenibles para descubrir el potencial de la smart mobility y los coches autónomos, para lo que usan soluciones de Intel.

Otras son Singapur, con su Singapur virtual y sus soluciones de tráfico; Seúl (Corea del Sur), con iniciativas data-driven y vigilancia vía IA; o Helsinki (Finlandia), que ha creado un gemelo digital de la ciudad o monitorea la calidad del aire con IA.

Reconociendo que los objetivos y requisitos de las ciudades son tan variados como las ciudades mismas, Intel colabora con una amplia gama de socios para ofrecer soluciones a medida que abordan los desafíos técnicos y normativos únicos de cada municipio. Al integrar IA perimetral en las infraestructuras existentes, las ciudades comunes pueden transformarse en entornos cognitivos, capaces de comprender integralmente su dinámica interna y atender las necesidades de sus habitantes.

Este contenido ha sido creado en colaboración con Intel. Imágenes de choi dongsu/iStockPiranka/iStockpixinoo/iStock.

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