Autores | Jaime Ramos, Elvira Esparza
Estamos acostumbrados a ver cómo los fabricantes de automóviles presentan prototipos futuristas que presumen de las últimas prestaciones de conectividad y conducción autónoma. Lo que no es tan habitual es que hagan lo propio a nivel urbanístico.
Esto es lo que está intentando la compañía Toyota con Woven City. Se trata de un laboratorio viviente donde experimentar, desde cero, las últimas tecnologías en cuanto a planificación urbana, movilidad, gestión energética, conectividad, robótica y optimización del espacio. Un proyecto que resulta similar al ya emprendido con la ciudad de Alphabet en Toronto.
¿Qué la ha llevado a Toyota a lanzarse a crear una ciudad inteligente?
La Woven City de Toyota va un paso más allá, al menos en cuanto a espacio se refiere. Y es que, mientras que la Smart City de Google en Toronto ocupa unas cuatro hectáreas, Woven City se extiende hasta 70 hectáreas. La idea es erigir un barrio que albergue una población de unos 2.000 habitantes ubicado a los pies del monte Fuji.
El lugar y el momento no resultan causales. El fabricante presentaba de forma oficial su proyecto en el último CES de Las Vegas, la mayor feria de tecnología del mundo. Se ha servido así de un primer escaparate y antes de su puesta de largo en los Juegos de Tokio 2020.
Woven City: hacia la integración total de tecnologías inteligentes
l plan con Woven City incluye el diseño de tres tipos de calles (una rápida para vehículos, otra mixta y otra para la movilidad personal) en un ambiente de sostenibilidad total. En las aceras encontramos edificios fabricados en madera, con techos cubiertos de paneles solares cuya producción energética se combinará con la procedente de pilas de combustible de hidrógeno.
La ciudad de Toyota descubre, además, calles inteligentes divididas en tres clases por el tipo de movilidad, pobladas con vegetación autóctona y con unos altos niveles de automatización de los servicios públicos, consolidados con el uso de la inteligencia artificial mediante robots y vehículos autónomos.
El espacio urbano se ha diseñado para fomentar el ámbito social de la plaza central de la ciudad. “Trabajo sucio” como pudiera ser la distribución de bienes y el tránsito robótico más funcional quedará bajo el subsuelo, en las entrañas de la ciudad.
Para su diseño, Toyota ha contratado al arquitecto danés Bjarke Ingels, famoso por proyectos como el nuevo World Trade Center de Nueva York o la sede de Google, realizadas por su estudio BIG
¿Qué podemos esperar de Woven City?
Las proyecciones oficiales señalan que Woven City comenzará a ser habitada hacia 2021, comenzando así una fase experimental a través de la experiencia de los primeros pobladores. Sin embargo, es imposible desconectar esta ciudad conceptual de su contexto.
Las Olimpiadas de Tokio están sirviendo de aliciente para la avanzada industria japonesa. No en vano, todo está dirigido este año a mostrar al mundo los milagros de su sociedad. Woven City forma parte de esta estrategia diseñada para mostrar el liderazgo tecnológico japonés más que para satisfacer las necesidades de la población, y le resultará difícil desprenderse de esa aura promocional.
Un bueno ejemplo de esas intenciones es la presencia protagonista de la pila de combustible de hidrógeno en el proyecto. El uso de este combustible cuenta con una viabilidad en la actualidad más bien escasa. Ahora bien, Japón y, en concreto Toyota, llevan años apostando por las tecnologías relacionadas con el hidrógeno. Una baza que puede que le reste algo de credibilidad a esta ciudad del futuro.
Con todo, habrá que esperar para ver cómo se desarrolla el proyecto. La hora de la verdad para el mismo llegará tras la celebración de los Juegos.
La primera fase de Woven City ya está terminada
Los edificios que componen la fase 1 del proyecto que corresponden a las actividades de cocreación ya están levantados desde finales del año pasado. Estas construcciones han conseguido la certificación LEED platinum por su diseño respetuoso con el medio ambiente. Los edificios están construidos principalmente de madera para reducir la huella de carbono.
En otoño está prevista la inauguración de esta fase y comenzarán a trasladarse los primeros residentes, unas 100 personas, principalmente empleados de Toyota y de WbyT y sus familias. Posteriormente se irán incorporando inquilinos externos hasta llegar a 360 personas, de los 2.000 residentes previstos en toda la ciudad. Por ahora Woven no está abierta al público general, solo pueden ir de visita los amigos y familiares de los residentes, pero se prevé que a finales del próximo año se abra al público.
La ciudad contará con parques y plazas vecinales donde la gente pueda reunirse y crear comunidad porque todo el diseño está pensado para fomentar la conexión social.
Con este proyecto Toyota se está transformando de fabricante de automóviles a empresa de movilidad. Desarrollará experimentos para resolver diversos problemas sociales como los atascos de tráfico, la revitalización de los comercios y la reducción de los accidentes de tráfico. Por ejemplo, para resolver los atascos, Toyota analizará los datos de tráfico y aparcamiento en la ciudad y desarrollará un sistema para proponer a los residentes el mejor horario para circular.
De hecho, uno de los principales medios de movilidad en Woven será el vehículo E-Pallet, que es de conducción totalmente autónoma. De hecho, todo el transporte de la ciudad será autónomo. Las calles están diseñadas para permitir la circulación de medios de transporte rápidos como los vehículos autónomos de cero emisiones y los peatones, garantizando siempre la seguridad de los residentes.
¿Qué empresas y proyectos se instalarán en Woven City?
Woven City es un laboratorio viviente donde las nuevas tecnologías como la IA o la robótica servirán para diseñar una nueva forma de movilidad y conectividad en combinación con la sostenibilidad. Es un circuito de pruebas para la movilidad donde los inventores pueden probar y validar productos y servicios innovadores. Todas las empresas del grupo Toyota participan en el proyecto, junto con empresas externas, startups y emprendedores.
Las primeras empresas que ya están confirmadas para instalarse en el espacio de cocreación de Woven City son:
- Daikin, dedicada a la fabricación de productos de aire acondicionado, quiere probar espacios sin polen y entornos funcionales personalizados que se adaptan a diversos estilos de vida, desde facilitar la concentración y la relajación hasta mejorar la calidad del sueño. A partir de esos espacios, Daikin probará si se puede aumentar la productividad laboral y contribuir al bienestar general.
- Dydo Drinco, centrada en la fabricación y venta de bebidas y refrescos, planea crear nuevas formas de generar valor a través de las máquinas expendedoras. Recopilará datos sobre quién compra y cómo consume las bebidas para desarrollar nuevos productos y servicios.
- Nissin Productos Alimenticios, que fabrica fideos instantáneos, está interesada en la creación de nuevos entornos alimentarios. En Woven City, Nissin probará la eficacia de sus Comidas Nutri-Densas Optimizadas mediante el monitoreo de cómo el consumo regular afecta el estado mental y físico, así como el comportamiento de las personas.
- UCC Japón, dedicada a la fabricación y venta de café, planea abrir una cafetería para explorar el valor potencial del café y analizar los efectos resultantes, como las expresiones faciales de los clientes y el ritmo de la conversación.
- Zoshinkai Holding, empresa de servicios educativos tanto presenciales como a distancia, quiere implementar métodos educativos innovadores y nuevos entornos de aprendizaje mediante el uso de datos. Abrirá una guardería y un centro de cuidado extraescolar el próximo año y utilizará la inteligencia artificial para analizar las actividades de los niños en Woven.
Toyota también mantiene conversaciones con otras empresas como Eneos Corporation, Nippon Telegraph and Telephone Corporation (NTT) y Rinnai Corporation. Además, Toyota ha invitado a empresas emergentes, emprendedores, universidades e instituciones centradas en la investigación a que participen en el proyecto, a través de un programa acelerador que comenzará este verano.
Los investigadores podrán probar tecnologías como sistemas autónomos, robótica, movilidad personal, hogares inteligentes e inteligencia artificial en un entorno del mundo real.
Imágenes | Toyota/Woven City