Autor | Patricia M. LicerasCuando se habla de Smart Cities y urbanismo, se ha de pensar en mucho más que infraestructura de uso diario. Desarrollo de capacidades futuras e integración de grupos de población forman parte de esta nueva forma de concebido las ciudades, y en consecuencia han hecho más necesario que nunca la explotación del big data. Ya no basta con dar respuesta a problemas actuales: hay que tomar el pulso a los ciudadanos y desarrollar estrategias para las próximas décadas.La gestión urbanística y administrativa basada en datos puede revelar patrones de comportamiento con el objetivo interesantes para mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos en todos los ámbitos. También en el educativo. Y ya tenemos ejemplos muy claros sobre cómo la tecnología puede mejorar el funcionamiento del sistema escolar más allá de los laboratorios o las aulas de informática.
Chicago: 'The Array of Things'
En Estados Unidos encontramos destacados ejemplos como el proyecto Array of Things (AoT) de Chicago, que ha instalado sensores de recopilación de datos en toda la ciudad. Estos elementos recogen información sobre la calidad del aire, el clima, el tráfico y el flujo de personas, entre otros parámetros, y más allá de estimular la investigación en la educación superior, ha generado innovación en las escuelas.Durante sus clases de ciencias, estudiantes de secundaria de la ciudad han creado sus propias versiones de los dispositivos AoT -de código abierto- con el fin de comparar sus propios datos con los recogidos por el proyecto. De esta manera, los estudiantes aumentan sus habilidades en biología, tecnología o matemáticas, al tiempo que conocen mejor su propia ciudad.No solo eso. Algunos de los datos recopilados, como los relacionados con los patrones de viento, han permitido identificar el polen flotante en el aire y que las escuelas puedan ajustar los horarios de entrada y salida de los estudiantes para reducir la incidencia de ataques de asma, que en algunos distritos escolares de Chicago son numerosos. De esta forma las escuelas no solo mejoran su formación, sino que aportan su granito de arena en la gestión inteligente del sistema educativo.Autobuses escolares con GPS y estudiantes localizados por RFID
